Tal vez la ficción no sepa nada sobre nuestra fusión o tal vez sepa más de la cuenta, de lo que yo sé, surgió una fricción que nos hizo repulsivos entre nosotros, cada uno riendo lejos del otro pero dedicándole cinco minutos cada día para intentar saber qué pasó y para intentar predecir lo que no pasará. Cielo y tierra pasarán, los años, los baños y los tantos mimos obsoletos ya obsequiados casi olvidados, los paseos por el arco iris y un poquito mas allá, las lágrimas que enjugamos y las frases que no decimos más.
Tal vez lo nuestro fue una ficción que es una fracción de tiempo de lo que a la par será un pequeño, bonito y osado momento de lo que nos queda en la memoria y que no saldrá de ahí ni para realidad ni para olvido.
Tal vez la ficción, que es mis cuatro horas de sueño, me amargan al despertar porque cuando te levantes no pensarás en que empiezas un día sin mí, mientras que yo me resigno a saber que no solo empieza sino que también terminará, ya sabes, sin ti. Tu vas a querer saber de lo que mi ficción se alegra, de las novedades que se regocija, querrás saber si en esa fantasía aún estoy enamorado, si aún tengo a mí un beso tuyo prendido y si aún tienes tú a un lado de tu nombre mi apellido, porque yo sé que desearás que todos los sueños no lo sean más, pero la realidad no entrará en conflicto con otras dimensiones cuando no sean grandes las dimensiones de mi amor, algo que se acorta por tu culpa e ignorancia, que nació de tu sensualidad y lo bello de tu arrogancia, y los residuos de lo que dejaba en mis poros tu fragancia, ese amor que no habita en ningún lado, que te reconoce querida y querrá que siempre seas la querida mía, y mientras más mía más me gustará este sueño.
Tal vez la ficción se haya dado cuenta que aún es mejor que seas una almohada a que uno de estos días no seas nada, ni un motivo para ser mi futura nostalgia, ni cariño, ni cariño ni magia, ni el empujón que me hizo irme ni el masoquismo por el que me quedo.
Tal vez la ficción es un perdón a medias mientras recorro tu rastro sin zapatos, no sé quién debería arrepentirse y quién ha perdido más es lo de menos, si te vuelvo a ver de verdad lo dicho sobre la memoria acerca de que he olvidado será calumnia y yo seré un amante callado resignado a esperar a que este sueño además de canción se vuelva un latido debajo de tu pulmón, derecho desde el punto de vista del que te veo los pechos, lo sé lo sabes son bellos bellos.
Tal vez la ficción sea una hipótesis de lo que a futuro será un espacio vacío en una sección de los primeros amores, hipótesis donde no sabes si es mejor darlo todo que peor es nada, tal vez esa ficción sea un papel gigantezco en el cual escribo con los que nos reconocemos tus ex el libro de tu pasión, una plegaria para tu sensibilidad escrita en una sola línea y derivada a poesía para una reconciliación en potencia. Si en ESA ficción vuelves conmigo, avísame que mientras no seas real prefiero quedarme un rato más dormido a darme una ilusión y luego quedarme, ya sabes ni conmigo ni contigo.
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