29/11/07

De argumentos desesperados - 1


"Mil pedazos y otros mil para ti, que me partan y repartan,
que dejen en tu lecho mis hechos
y lo que he hecho con este amor se guarde bajo tu techo,
en tu interior"


Y cómo es que dices que ojalá estuviéramos juntos?
Piensa esto.
Busca y mira en cada una de tus manos como han quedado pedazos de pedazos de mis labios, felizmente descuartizados en un trajín intenso de cortejo.
Recoge cada suspiro que he dejado en tu vientre de todas las veces que respiré en tu cuello y hombros, el aire puro de una piel que conocí cuando te conocí.
Guarda mis ojos que colgué en ti por no perder un segundo de tu rostro de princesa, guarda cada imagen grabada en mi retina y observa lo que hemos vivido y lo que hemos dejado de morir.
Por si fuera poco, mis huellas digitales han quedado marcadas para siempre en tu espalda despues de largas jornadas de buenos abrazos y colisiones interminables, mis huellas que ahora marcan tu espalda demuestran que tú me identificas. Siente la textura de cada uno de mis cabellos que se ha enredado con el tuyo y se ha enraizado en tu cabeza y que te canta cuando sales al viento y que intenta que no te mojes cuando te bañas.
Y cómo negaría tu hombro que sabe el peso exacto de mi cabeza?
Y cómo negaría tu hombro que conoce el sabor y la cantidad de mis lágrimas?
Cómo no saber que estoy contigo cuando lees cada papel que impregno de tinta y el sudor de un amor que es mi bien imaginativo?
Cómo no saber que estoy contigo si cada noche te mira un ángel que nunca cierra los ojitos cansados y vigilantes?
Que tus mejillas te confirmen que siguen ruborizadas de tantas veces que han quedado prendidos de tus ojos mis ojos, y prendados de tus labios mis labios.
Que se revisen tus pestañas que reflejan el brillo de mis pupilas cuando te veo sonreir.
Busca cada testimonio de un amor que dejé más en tu lecho que en el mío, porque este amor es tuyo en exclusivo.
Es más, piensa esto.
He sido un jardinero.
He plantado en tu cuerpo mil flores de cien colores.
He descubierto para ti girasoles atornasolados.
He dejado en tu corazón mi amor en higuerilla.
Y me he dejado yo para que no pienses que no estamos juntos.
Por eso no me siento con soledad. Porque siempre me quedé contigo, así no tengo que pedir que me acompañes a estar un poco más solo.
Y por las noches viajo por el cielo a dormir contigo.
Y que no digan que no sientes que estoy a tu lado porque sabes que cuando hay frío hay yo, porque estando contigo, yo soy tu abrigo.
Y no pienses nunca que no estás bien amada porque en esto no te respaldo puesto que me he delatado en un te amo, aunque no sea yo tu amigo ni tu mi enamorada, aunque de mi testimonio queda poco y de nosotros queda nada, y es que eso no es importante para la tesis de mi buen amor, mi bienamada.