30/11/07

No es lo que parece IV

Vale.
Se ha entrometido pedazo de tu beso a un trozo de un recuerdo que parecía olvidado, mentira pues, porque después de todo yo recuerdo lo que aparentemente no hemos vivido en yo mayor.
Si me vale da igual porque me eres indiferente desde que no podemos solucionar nuestras diferencias.

Vale.
Un canje de sentimientos para ver qué puedes ofrecer además de besos y la situación inmóvil de no volver a estar juntos porque nosotros ya cedimos nuestros puestos y esta confraternidad de música mística y amor sin albedrío ya no está disponible.
Por disposición de lo que sientes yo soy prehistórico a tus amores y contemporáneo con tus errores, que si nos encontramos silentes por nuestros lados y dolente por mi parte, que si he aprendido que todo se ha acabado, que sí me vale lo que venga porque yo voy en el mismo sentido para sentido no darle a la historia que quedó de los dos.

Ahora que esto no vale nada, ya tendrías que entender.

Con mis puertas abiertas (muy cerrado)

Si te vas tal vez yo pero no contigo, de seguro que conmigo.
Si te vas nada cambia y es probable que nadie sufrirá porque tú que te vas lo haces para hacerte bien y yo que tal vez me quede no dejaré que tu ausencia me haga mal.
Si tú te vas no tendrás este sueño, y me lo quitarás porque eres egoísta y aún robado no lo tendrás porque ese sueño solo vive conmigo viviendo contigo.
Si te vas, vete, pierdes el tiempo conmigo porque conmigo no estarás y pierdes el tiempo aquí porque si te vas este no es más tu lugar.

Sin intención

Si por casualidad te quiero tu tendrías que saberlo ya porque no aceptaré ni una vez que me gustas más que una mujer de vidrio que siempre puedo tocar, cuando quiero usar tu boca para escucharte antes que para besar, si por esa casualidad te quisiera tendrás que saberlo y comprobarlo no solo porque no sé a que querer te refieres sino porque no quiero quererte más.
Si por casualidad soy contradictorio es porque no quiero que te olvides que te quiero sin que me duela que no me quieras en el intento, como querer en un corazón de vidrio que en su mayor utilidad a lo mejor lo puedo dibujar.
Si por casualidad te quiero, es incierto y desconocido, como un querer que ignoro cuando te ignoro a ti, que si recuerdo haberlo tenido me arrepiento de haberlo adaptado a mi forma y adoptado a tu potestad, que si ese querer se despierta cuando el sol calienta una mañana se muere cuando se entera que no hay mañana contigo y si la hubiera se suicidará cuando sepa que no habrá sol después de ti, si por esa casualidad el sol calienta mi querer despierta y tú caes en cuenta que este querer existe aún, te lo mantendré alejado como envuelto en un cajón de vidrio al que puedes mirar y así como a mí no me tocó que me quieras, tú mi querer no podrás tocar, digamos que es justo.
Si por casualidad aún te quisiera al encontrarte un buen/mal día caminando por la calle, volando por los aires y arrastrándome por la vida, arriesgándome al vacío y esperándote con silencio (porque tengo paciencia =) / =( ) te entregaría un te quiero a tinta y sentimiento, sin gloria pena o argumento, si por casualidad te enteraras que te quiero aguantando el orgullo lógico será por la casualidad de que a ti te quise a propósito, digamos que eso no es tan justo.

No es lo que parece III

Que si te doy un primer beso que ni dos ni tres veces más pudiera repetir para que no te aburras de lo que son mis labios, que prefiero esperarte a que quieras probar lo de mi boca que precede a la sonrisa de tenerte cerca, si soy tierno besando tú lo sabes, si te puedo besar de nuevo tú lo sabrás.

Que si te doy un abrazo y retiro de tu cuello lo que posa de tu cabello para besarte la espalda mientras mis manos se esconden en lo profundo de tu ombligo y mi pecho en tu torso, y mi amor en tu corazón, que si te abrazo por detrás me muero y si te abrazo por el frente te quiero, te quiero besar.

Que si te acaricio los pomulos te irritas, que si te beso la frente me miras y que si te digo que te amo te intimidas, que si conocerte es lo que hago, que si bien mago intento desaparecer esta imposibilidad para que estés conmigo hoy que lo dudo o un mañana que se podrá, que si te quiero como mierda (pausa) te imaginas, que si te extraño sabrás, que si te beso yo sueño y que si tú sueñas que te doy un primer beso es para no terminarlo jamás.

Ahora sí te dejo entender.

No es lo que parece II

De mí, lo que todavía puedo darte y lo que no me devolverás, el tiempo empleado para este trabajo que es aguantarte y el infierno que debe ser aguantarme a mí.

Si quieres saber, se me ha olvidado nuestra parte de fantasía, no existes como princesa ni yo soy del reino que juré tendríamos los dos. De lo real, que eres bella y como canté aún te doy gracias por existir, tú: de nada, de nada; yo: las cosas que no hubieran cambiado y mierda!, cómo te extraño, de verdad
De lo que sé, inmensa te mantienes por encima de lo que puedo escribir, oculta bajo tu cabello y muda ante algo que no te atreves a decir, no hace falta, yo sé lo que se siente eso y también lo que no pudiste sentir.

De la nada a la nada porque no queda vestigio de lo que fue y en fue quedó, de lo que extrañas la amistad perdida; lo que yo, eso y los besos que nunca borré, de la nada a las palabras porque leerás esto y sé que intentarás salvar algo aunque no es mucho, y es que té me enseñaste que ese poco de ti siempre fue mil veces mejor que nada y si aún te quiero, eso es algo y si me lo sigo callando nunca servirá, de nada.

Ahora sí me dejo entender.

Dime

Dime cuántas veces
Fuera del Resto
Ya sabes quién soy, dime quién eres, dime por qué te he buscado y por qué te has dejado encontrar, por qué no te has escondido antes que yo llegase a llegar.
Si tú lo sabes, confiésame qué fue imposible entre nosotros, yo no lo veo porque mis manos cubren mis ojos y porque nunca he aprendido a mirar.
Yo no estoy muy convencido de lo que sucede, yo no estoy bien y no sé si tú lo estás porque no estás, cargo mi memoria algunos segundos y la corriente no corre en tus antiguos ojos cuando dices mirarme y yo no sé hasta qué punto he hecho mal las cosas para que tú no puedas quererme como yo quisiera que me quisieras, no de la forma que me quieres tú sino algo inferior y, por tanto, más lejos de los ojos ajenos y más cercanos a lo que queda de tu corazón.
Dime dónde te has quedado y dónde te puedo encontrar, dime que duermes bien porque si no podría mandarte pedacitos de sueños, y plegártelos sería compatible porque todos son sueños sobre ti.
Dime qué mierda! Qué carajos ha pasado en la vida que conocía, la que me dejaba ser un soldadito y defender lo nuestro y buscar que solo alguien apropiado entrase a tu corazón que sé que fue mío tanto como tuyo el que llevo yo.
Dime dónde hemos quedado y dónde te has quedado a pasar la madrugada para regalarte un girasol en la mañana y girar a tu alrededor a medianoche, pulirte de besos en la cocina y ganarte porque ya no puedo perder.
Dime si es mi silencio como el tuyo, dime si es mi voz lo que no ves esta vez, dime si no escuchas mi canción y si me buscas cuando te gana el recuerdo y te pierdes en la nostalgia de segundos que fueron más felices que los minutos de hoy, dime si te acuerdas de mi nombre o si recuerdas la clase de hombre que solía ser.
Dime si tus deseos son reales o si te eres infiel a tu condición, escríbelo en tu diario que yo lo robaré cuando haya ocasión, dime si miras tus ojos y sabes que no es la misma expresión, dime si es que alguien intenta invadir tu razón que es mi razón para seguir pensando en ti que eres alguien como tú.
Dime por qué te extraño, por qué tus fotos son una ilusión y tu sonrisa húmeda algo que quiero reproducir hasta hoy, y mañana esa sonrisa será dolor y la causa seré yo, escapo de la tragedia para que no se entrometa contigo el sollozo que lloro por los dos.
Dime cuánta distancia hay entre los dos, cuántas fiestas faltan para borrarte de este rincón, cuándo es que debo rendirme, dime cuántas veces sonreíste de verdad y si puedo ser amigo de aquello que te da felicidad.
Dime preciosa si la noche ha comenzado, si tú alguna vez me has besado, dime dónde andas y si tú también me quieres buscar, cuánto cuánto cuánto habremos de esperar.
Los cigarros anuncian la paz, el sol va saliendo y yo me voy durmiendo, abro las ventanas para escuchar si susurran tu respuesta que no llega y si la dices lo haces bajito como esperando que regrese a tu lado a escucharlo y a tu lado es donde quiero estar por las cosas que nunca hubieran cambiado y por las cosas que nunca cambiarán.
La presión que cae sobre mí es mucha y me duelen los oídos, se van rompiendo mis tímpanos y se va quebrando tu témpano para que no seas tan fría y des signos de vitalidad, de que me extrañas y yo, yo cómo no te voy a extrañar!
Ya mañana me dirás, aunque sé que me miento; que tus labios no se abren para hablarme, que nos gana este orgullo hostil, que te pido tantas cosas con remordimiento porque tú callas porque yo te pedí silencio.
Yo te sueño a gritos que me ames.
Yo te sueño a gritos que me hables.
Yo te sueño mañana para que me digas lo que quiero escuchar porque lo único que has dicho es que tú y yo no somos una realidad, que fuimos algo que nunca contamos y seremos algo de lo que nunca se sabrá, y esa es nuestra sabiduría, callar para no tener que lamentar.
Dime qué fuimos nosotros, que yo no lo sé, de verdad.

No es lo que parece I

... y ya no es más que otro tipo de sentimiento muscular, y como yo dijese ya no es más en el estómago sino un poquito más arriba a la izquierda, aunque esto de a poquitos se va a la mierda.
Quien sepa o no sepa que parece un primer amor, yo lo catalogo mejor como un dolor, pasajero para nuestra sensibilidad y callejero para el hogar que nos queríamos hacer lo dos, y aunque ahora no hacemos nada para no dejarnos, hacemos cosas para perdernos y espero no me malinterpretes, pero preciosa, lo hacemos bien!.

29/11/07

De argumentos desesperados - 1


"Mil pedazos y otros mil para ti, que me partan y repartan,
que dejen en tu lecho mis hechos
y lo que he hecho con este amor se guarde bajo tu techo,
en tu interior"


Y cómo es que dices que ojalá estuviéramos juntos?
Piensa esto.
Busca y mira en cada una de tus manos como han quedado pedazos de pedazos de mis labios, felizmente descuartizados en un trajín intenso de cortejo.
Recoge cada suspiro que he dejado en tu vientre de todas las veces que respiré en tu cuello y hombros, el aire puro de una piel que conocí cuando te conocí.
Guarda mis ojos que colgué en ti por no perder un segundo de tu rostro de princesa, guarda cada imagen grabada en mi retina y observa lo que hemos vivido y lo que hemos dejado de morir.
Por si fuera poco, mis huellas digitales han quedado marcadas para siempre en tu espalda despues de largas jornadas de buenos abrazos y colisiones interminables, mis huellas que ahora marcan tu espalda demuestran que tú me identificas. Siente la textura de cada uno de mis cabellos que se ha enredado con el tuyo y se ha enraizado en tu cabeza y que te canta cuando sales al viento y que intenta que no te mojes cuando te bañas.
Y cómo negaría tu hombro que sabe el peso exacto de mi cabeza?
Y cómo negaría tu hombro que conoce el sabor y la cantidad de mis lágrimas?
Cómo no saber que estoy contigo cuando lees cada papel que impregno de tinta y el sudor de un amor que es mi bien imaginativo?
Cómo no saber que estoy contigo si cada noche te mira un ángel que nunca cierra los ojitos cansados y vigilantes?
Que tus mejillas te confirmen que siguen ruborizadas de tantas veces que han quedado prendidos de tus ojos mis ojos, y prendados de tus labios mis labios.
Que se revisen tus pestañas que reflejan el brillo de mis pupilas cuando te veo sonreir.
Busca cada testimonio de un amor que dejé más en tu lecho que en el mío, porque este amor es tuyo en exclusivo.
Es más, piensa esto.
He sido un jardinero.
He plantado en tu cuerpo mil flores de cien colores.
He descubierto para ti girasoles atornasolados.
He dejado en tu corazón mi amor en higuerilla.
Y me he dejado yo para que no pienses que no estamos juntos.
Por eso no me siento con soledad. Porque siempre me quedé contigo, así no tengo que pedir que me acompañes a estar un poco más solo.
Y por las noches viajo por el cielo a dormir contigo.
Y que no digan que no sientes que estoy a tu lado porque sabes que cuando hay frío hay yo, porque estando contigo, yo soy tu abrigo.
Y no pienses nunca que no estás bien amada porque en esto no te respaldo puesto que me he delatado en un te amo, aunque no sea yo tu amigo ni tu mi enamorada, aunque de mi testimonio queda poco y de nosotros queda nada, y es que eso no es importante para la tesis de mi buen amor, mi bienamada.

27/11/07

De Amor Corajudo

Tengo un amor de aquellos que solo conoceremos una vez y del que luego vamos a negarlo más de tres veces.
Tengo este amor, necio y testarudo, un pecho que juega a eutanasia sabiendo morirse de olvido y solitario él sabe que no puede autorizar su muerte solo. Tengo este amor que, como quien no sabe, es negligente y calla cuando no debe y habla cuando no quiere, dice barbaridad y media para disfrazarse de una indiferencia que ni yo mismo sé tener y ante la promesa de volver mi amor un desamor surge el problema que quisiera borrarte de todos los lugares y ni siquiera puedo sacarte un poquito de mi corazón.
Tengo este amor, demente. Mira lo que no debe y toca lo que no puede, y aún así ciego (como todo buen amor) sigue el rastro y aroma de lo que no pudo ser tu amor. Tengo este amor imbécil, iluso, que ante una pequena casi nula dosis de esperanza se sujeta para no volar y se flagela para no empezar, se atormenta buscando maneras, métodos y formas para que ella sea feliz sin mí, pero sincero como solo yo sé mentir, este amor no puede arrancar el deseo de sus arterias, de mostrarte cada impulso y retenerla en mi retina y en este iris que tengo tan negro de haberlo quemado cerca de ella y aunque no es como luz del sol, solo quiero que ella me alumbre, como quien juega con fuegos artificiales porque no puede jugar con estrellas.
Tengo este amor, salvaje, con ceros de pensamiento y con algo que de por sí se multiplica. Un amor que no he calculado desde que lo alumbre y que ahora es incalculable, una sensación que me llena y que cuando me deje será un rotundo vacío. Y eso será soledad, pues este amor me acompaña y aún sabe tu nombre, babea tus besos irrepetibles por las noches y convoca a los fantasmas del pasado a darse una fiesta con mi tranquilidad.
Tengo este amor activo que me mueve órganos al vaivén de las hojas de un invierno que me da calor, y yo tan pasivo que al roce de tu voz con mis oídos me planto en un rubor incoloro que se ha camuflado para que no te enteres que me averguenzo de no ser un amigo para ti, estos brazos cobardes que te aprietan a mi pecho para que mis ojos se sientan libres de llorar ocultos y mis costillas se pierdan en el deseo que no te alejes nunca.
Tengo este amor, que es para ella, para ti, que no importa si te (le) hablo en segunda o tercera persona cuando bien se sabe que tu sitio es la primera y aunque hasta ya olvidé cuando te besé por vez última, no han importado las veces sino la forma, aunque esta forma ya no tenga materia.
Tengo este amor, natural, de los silvestres y por tanto no tengo que cuidarlo para que crezca bien solo, y aunque crece no madura y aún le corta venas a mi corazón. Y mi corazón , orgulloso, no grita ni por dolor ni por cosas que de verdad son motivo, callado respira y transpira y aunque caiga enfermo, sabe que este amor no respeta sus límites y no tiene remedio.
Tengo un amor longevo, más viejo que cualquiera de los que he tenido el disgusto de ver, sin duda ha crecido más que sus antecesores y de hecho es menos sabio que sus ancestros, se alimenta de nada y empieza a joder todo, ha entrado en pánico y opresiona el pecho para poder salir, yo mientras tanto lo mantengo oculto porque todo gran amor construye mucho o destruye todo y yo no juego a las posibilidades con un amor imposible.
Tengo este amor que no sabe de donde vino y claro, no sabe a donde va, solo sabe que yo ya me fui y lo abandoné a su suerte, sabe que tú no lo cuidarás, sabe que se siente solo y no se queja porque no sentirá remordimientos en el momento que me deje así.
Yo y este amor, batallamos juntos pero no somos iguales, yo prefiero la paz, y el amor (como todo amor) prefiere la guerra, yo me rindo y el muere en batalla no sabemos si de pie, yo he huido para vivir, este amor no podría huir porque se ha enamorado de ti. Yo tengo este amor que alguna vez hubiera querido saber que tenías tú, un amor ignorante que de errante sólo donde no supo posarse en ti, que de farsante lo que fingió para no quererte herir, que de arrogante lo que pensó que había ganado de ti y de flagrante el simple hecho de ser para ti.
Yo tenía un amor que quiso morirse de olvido pero nunca perdió tu recuerdo. Yo tenía un amor que quiso morirse de lo vivido y por eso siguio viviendo. Yo tenía un amor que un buen día se sentó a esperarte hasta que se murió, se murió de sueño.
Yo tengo un amor dormido.
No! Shhhh!
Déjalo descansar.

25/11/07

Tururu

Yo te hago daño.
Improperios que no puedo controlar escupo desde mi garganta para estrellártelas en la cara y en el aprecio que te quede para mí porque estoy rabioso de una mordida hacia la mano que te quiso acariciar.
Es la reacción natural, el instinto animal de defensa ante el estímulo ofensivo. Es de quien acostumbra a tener de ti cada día, y cada día te voy perdiendo más porque perdiéndote no tengo nada que perder. Es la reacción a la desesperanza de haberme sabido en tus labios y muy sabida tú arrancarme de la punta de tu lengua para siempre o para nunca jamás.
Es lo infructífero de haber compuesto mil y un melodías cuando tú cubrías tus oídos con cerilla, y es que todo sería música si mi mejor oyente me oyera.

Yo te hago daño.
Provoco el mojar de tus ojos poco misericordiosos y menos compasivo yo ni intento secarlos, revienta candela, golpea el trueno y yo me quedo quieto en silencio, me doy la vuelta y adiós.
Pido dos cafés, uno para mí y el otro para ti aunque no vayas a estar al frente mío ni ahora ni nunca más, no quisiera endulzarlo mas sí derramo lágrimas para quitarle el sabor amargo, a la noche.

Yo te hago daño y tú dijiste que sería así, qué miedo!. Yo intenté negarlo mil veces y es que enamorado me contuve de ofenderte y ahora quedado de Dios me reprimo el quererte, como si yo pudiera. Yo te hago daño y tu gritas que lo amas de verdad y yo empiezo a pensar que mi amor parece una mentira, tú gritas y yo escucho en silencio escondido entre las estepas, dejo a buen recaudo tu sentido, corro por detrás del biombo y me marcho entonando no sé si con tristeza I love you so but if he loves you more, go with him...
Camino más cuadras, pido dos cafés y me voy, estos son para ti y para él, y aunque estén ausentes yo invito.

Yo te hice daño y para no seguir haciéndolo me fui, me voy.
Tal vez por tu bien, tal vez por el mío, tal vez conciliador, tal vez para ser un traidor y aun tuyo me despertenezco; y trotamundos yo, ya no estoy ahí. Camino cuadra y media y pido un café, me mira la mesera y me pregunta, por qué no dos?, jodido ante la inoportuna intervención pido uno más y me pregunta, por qué dos? y yo le digo, porque estoy solo yo, y mi voz.

Yo te hice daño pero acepto y tendrás que aceptarlo también, que el daño era inherente a nosotros, y aunque no es la primera, tampoco será la última, y si de ti me alejo nunca te llegaré a sanar y aunque se truncó mucho por lo sano aún te tengo este aprecio enfermo y si mil veces te hago daño, dos mil habré besado tus heridas mientras no sean en tus labios, que los tengo prohibidos.

Camino dos cuadras y pido un café mientras mi voz sale a fumar un cigarrillo entonando I love you so... tu ru ru.

Ayer

Siempre hay noches como la de ayer. Un vacío a sensación de feeling que carcome de a muchitos cada pedazo de mi sistema de defensa contra la nostalgia. Noche como la de ayer en la que un pedazo de canción cortavenas es más fuerte que la voluntad de mis brazos para no cortar lo que me queda de ti.
Un vacío a sensación de feeling que hace que noches como la de ayer perduren en la memoria de las cosas que no pensé hacer hasta que pensar fue tardío. Siempre hay noches como la de ayer. Un rincón a comparación de sueños, mis fantasías de transportador de aventuras hacia tu puerta amor mío, porque nunca saldrás de donde estás encerrada, yo te llevaré cada pluma de las cien alas que necesites, y mi rincón de sueños será para ti en noches como la de ayer. Un rincón a comparación de sueños, las esquinas de todos los cuartos en los que me he escondido para soltar lágrimas que han lavado una y otras veces mis pieles que han mudado tantas veces como las que te he querido.

Siempre hay noches como las de ayer. Yo no sé de amor, que eso ya es mucho para mí.
Me reconozco enamorado de algo más que tus sonrisas, eres tú casi completa, eres tú sin tu presencia, oh que me muero de nostalgia!
Me reconozco enamorado de una mano tan tuya como tus labios sucios de mis besos, me reconozco enamorado de un cuerpo que aprendí a tocar a ciegas y me reconozco ciego para encontrar un camino que me acerque más a ti.
Siempre hay noches como las de ayer, cuando me doy cuenta que me he enamorado como la última vez, menos mortal, más precavido, sin parecido a mi pasado, y aunque has sido, haré que seas de nuevo, porque quiero vivir más de una vez; contigo.

Siempre hay noches como la de hoy. Un vacío a sensación de feeling que recorre arterias de nostalgia, se llenan vasos de una agonía a medio vientre y se humedecen los ojos ante una inesperada sesión de lágrimas que lo único que hacen por la vida es caer una y otra vez, mientras muda mi piel, oh que me muero de nostalgia!
Un vacío a sensación de feeling me hace prender de madrugada el ordenador y se da inicio a la tempestad de imágenes que guardo de ti, reviso una tras otra sin saber si ya las he repetido, busco en una y en otra en cuál te me has perdido. Sin más pensar, que solo siento, beso la pantalla buscando tu mejilla a todo rubor, sin menos prisa beso tu cuello en blanco y negro. Recapacito y tomo un cigarrillo presto a ser consumido, camino hacia la ventana buscando que me dejen ciego las farolas que se encuentran afuera con mas frío que yo, miro al cielo que aún guarda tu estrella y se que sería inútil resistirme, volteo a sonreir a tu retrato, camino más rápido que de costumbre, me inclino y doy un beso en tus labios de los cuales no tengo idea del color porque cerré los ojos para besarte como me hubieras besado tú, y un vacío a sensación de feeling hizo una noche como la de hoy que como la de ayer, será especial una y otra vez.

Siempre habrá noches como las de ayer, en las que no estarás pero te besaré, solo a ti.

15/11/07

Tormento

A veces es fácil atormentarse recordando temporadas que pasé contigo, casi conmigo.
A tiempos lejanos busco loarte aún, nunca fue demasiado para ti, eras guapa, tal vez lo eres, pero no has estado a mis ojos desde tiempos inmemoriables que aún recuerdo. Fuimos dos perdidos de la noche, nadie nos quiso ver nunca porque faltábamos a la triste moral de los amantes. Nos besamos día y noche, nunca más de lo suficiente porque nunca fue suficiente para nosotros.
La luna, la cerveza y las sábanas rieron con nosotros, rompimos cristales, apelamos al tacto y terminamos mirando el reloj para darnos cuenta que el tiempo pasaba mas rápido de lo que avanzábamos nosotros, sería todo dejado para otro día que nunca llegó.
Fuimos pareja, que si bien no recuerdo que significa eso, sé que era de dos, y nosotros nos contábamos así, aunque siempre pensé que nos habiamos vuelto uno; uno nunca sabe si uno piensa que igual que su contraparte, y aunque fuiste mi parte no fuiste igual a uno como yo.
Fuimos pareja, buscamos lagunas que se van secando y dunas que van dejando arena regada en el viento, nuestros ojos se acostumbraron a la oscuridad y la oscuridad se acostumbró a nosotros, nos cubrió de mantos opacos y nos dejó pasar el tiempo más lento hasta el amanecer. Fuimos cómplices de lo que existe, y de lo que no.
Fuimos frágiles, y es por eso que es que se escriben mis cartas hacia una mujer como tú, qué mujer has sido!, porque rompimos. La fortaleza nunca fue nuestro fuerte, la destrucción siempre fue lo que buscaron los demás y lo que nosotros conseguimos, terminamos sin guerras sino con acuerdos de paz sin haber luchado, fuimos inconsecuentes e ingenuos para saber que tú y yo tendríamos que haber estado más juntos para entender que no podíamos separarnos. Fuimos frágiles, que fácil es atormentarse después.
Fuimos seducidos por tu sonrisa, yo fui el culpable de dejarme caer, y es que el suelo que tú pisabas resulta atractivo aún, estoy grave de esto que me apega a ti (y que me despega de ti), no sé si amor, no sé si querer, sé que es para ti que eres frágil, sé que hace facil atormentarse recordando temporadas que pasé contigo, casi conmigo.
Qué infortunio que cuando nos encontramos en situaciones perfectas para los besos, tú no eras tú y yo no fui yo, y desde ese entonces no lo he vuelto a ser. Qué infortunio que mis anhelos de tenerte no fueron los más oportunos y qué oportunidad de amar que estoy perdiendo. La tensión se va elevando y yo me sigo alejando, el tiempo va pasando y veo el reloj para darme cuenta que el tiempo pasa más rapido de lo que yo quiero. Rompo cristales. Apelo al tacto, solo para acariciar mi cabello y pensar que es el tuyo, miro de madrugada por la ventana las estrellas que no se ven en un invierno que está nublado, imagino que estas por encima de una nube esperando a que salte, y es que saltar de la ventana sería un suicidio, y volver a quererte también. Sin embargo aún no te puedo volver a querer porque te sigo queriendo y eso no ha cambiado ni un segundo, un problema que no es problema y, por tanto, no tiene solución.

A veces, es fácil atormentarse recordando temporadas que pasé contigo. Dímelo a mí! Pero qué sería del infortunio que compartimos si no compartimos también los recuerdos? Yo sé que piensas en mí, nunca tanto como yo en ti, pero si no te recuerdo tú tampoco, y si no te quiero tú tampoco. Y aunque tú me quieres y yo te quiero lo nuestro no es, no será, ni fue, porque cuando vimos el reloj tuvimos tiempo para defender lo que los demás atacaron, pero el enemigo fue más fuerte y nos unimos a ellos, y ni tú ni nadie puede cambiar una guerra que nunca fue nuestra pero como toda guerra, afecta a todos.
Fuimos pasado, ninguno está presente, y del futuro no sé decirte nada. Fuimos pasados por alto y por lo bajo fuimos pisoteados. Fuimos pasado, el reloj nos adelantó muchas horas y se hizo tarde para nosotros, quien diría que luego sería fácil atormentarse recordando andanzas contigo? Tú dijiste que olvidaría rapido, que rápido encontraría amores y burdeles. Es una suerte que siempre te equivocas, que tu percepción del mundo percibe mi querer como una mentira que nunca es seria, y es que tú nunca quisiste amor de mi parte, tampoco quisiste mi arte, no quisiste entender porque entenderme hubiera sido peligroso, y es que de peligros siempre vivimos y por evitarlo nos alejamos y por alejarnos ya no nos protegemos.

. . .y yo te abracé, besé las brasas de tus mejillas, tus ojos nunca miraron mis ojos, mis labios solo miraban tus ojos, tu cabello, muy amable, esperó el momento justo para despeinarse, yo esperé el momento justo para acariciarte y tú el momento justo para dejar que te besaran.

A veces es fácil atormentarse pensando si no debimos, tú lo piensas aún, yo ya no.
Quise encontrar seguridad a tu lado y dejé de arriesgarme, y aunque nada se consige sin riesgo, nada se pierde sin él. Fuimos tragedia, a mis ojos, nos entristecimos intentando ser felices, nos mudamos de situación y ahora estoy aquí, donde es fácil porque soy nadie. Tú aún estás allá, donde eres una princesa y te es fácil porque no te atormentas recordando temporadas que pasaste casi conmigo.
Fuimos perdidos de la noche, pero a ti ya te han encontrado. Yo soy un perdido de la noche, culpable de parte de tu destino, inocente de este tormento. Veo el reloj, suenan cinco campanadas mientras aullan los perros callejeros, se hace tarde (ni qué dudarlo), busco estar solo y aun si no fuera así sería difícil buscarte una copia, y es que eres la única manera que existe para mí aunque no exista forma de tenerte, y es que siempre me serás difícil y seguiré atormentándome recordando temporadas que pase contigo.
Y sera facil, para ti.

Ventanal

Sentado tras el ventanal, con una cerveza entre las dos manos, una para sujetarla, la otra porque no tiene ya nada mejor que hacer. Las piernas cruzadas encima del respaldar del sofá, mirando al techo rugoso a punto de ceder bajo el peso de un cielo que ni más estará en lo alto. Las cortinas abiertas lo suficiente como para que ella vea que yo veo cuando pase por mis sitios, cerradas lo suficiente como para que nadie más se entere de que vivo borracho y sediento de esperanzas narcóticas.
Los ventanales que aún están sucios pero me dejan ver las estrellas con un cielo nublado y unos vidrios que casi no son transparentes y yo que casi no estoy mirando, pero estoy. Sentado tras el ventanal cuando acabo de quedar solo, cuando solo no necesitaba estar.
La búsqueda inconsciente de un futuro, la fe que ya he perdido, los gritos renegando a alguien que ni culpa tiene y ni sabe lo que pasa, el amor que si amor fuese aún estaría aquí ayudándome a no olvidar que soy feliz. La mesa a mi lado que es mejor compañera que las muchas mujeres que han pasado por aquí, no me ha dejado, filtra sus líquidos por ella para beber conmigo, mi compañera de resaca y la resaca que no duele sino gusta.
Sentado tras el ventanal termina la historia que nunca debió empezar, y obstinado contra los dioses y destinos que no me pertenecen busqué por cuenta propia, y fui encontrado por cuenta ajena, y los labios que no saben si unirse y luego no saben si separarse, hay que darles tiempo para ver si aún existen, hay que darles tiempo para ver si aún se puede ver, una vez más.
Las luchas en silencio, el daño sin querer queriendo, las lágrimas que nunca deben caer por orgullo y el orgullo de haber vivido más de la cuenta, como siempre, casi.

Sentado, ya no se si tras o delante del ventanal, la cerveza se me acaba y el alcohol aún no termina conmigo, sigo vivo y consciente, los pocos humos de mis muchos cigarros hacen más nubes hacia un cielo que ya deje de ver porque esta más alto de lo que puedo llegar, osadía de aspirar por arriba de lo que mis pies pueden saltar y hastiado de conseguir por abajo de lo que mis pies pueden pisar. La repugnancia magnética, lo que atrae mi cuerpo, lo que atrae mi mente y mis palabras que salen hacia el aire porque les da miedo caer hacia el suelo, lo que atrae mi musica y las melodías baratas que regalan centavos a un bolsillo que no necesita pero se encandila dentro de la vanidad figurativa.
Todo lo malo que se atrae, lo interesante que se consigue y lo que te deja. Te deja al vacío esperando la luna llena en días de solsticios equitativos, equinoccios soleados en lo que más se puede. El tiempo que nunca llega hasta que es muy tarde, los uno, dos, tres días que recuerdas y los cuatro cariños que se esconderán tras la almohada, los finales tristes que no tienen final, la maldad que se mete en nuestros poros, la humildad de reconocer que uno está enamorado y la vanidad de estarlo.

Sentado, sentando ideas, pensando hasta quedar somnoliento, bebiendo ya el ultimo sorbo porque siempre es bueno acabar antes de dormir y siempre es bueno dormir antes que acabar, dando la última pitada de lo que se llama fumar a lo que se le llama cigarrillo, desnudándome para tomar un baño de lágrimas, llegando por las escaleras hasta un sofá que de recuerdos me mata y que de descanso me colma, el intermedio de una travesía peligrosa hasta mi dormitorio que ya no me quiere ver mas que para acostarse conmigo, la llegada a mi puerta antes de caer rendido y de rendirme sin haber peleado por lo que quería. Y es que así es mejor para los dos, o para mí solo; es mejor porque eso fue lo que dije y cuando se trata de salvarme no me equivoco, aprender a defenderme sin atacar y aprender a atacarme cuando nadie puede verme ya, la ironía de quererte y el querer ironizar lo que me queda en estos fines de semana que no solo terminan con estos siete días.
Sentado, tras otro ventanal, en mi cama, sin cerveza, sin cigarrillos, sin luz, sin calor y sin nada de eso que sirve para satisfacerme; me quedo en silencio para darme tiempo, y para darte el tiempo que tú necesites para terminar.
Acostado, mirando al techo mirar, esperando que el tiempo pase sin verme, así ya no tener miedo de ver hacia atrás.
Acostado, mirando lo que recuerdo de la mar, esperando que pases tu tiempo sin verme, así ya no tener miedo de terminar, una vez más.

Así empezó mi noche... ojalá fuese viernes

La noche tiene nombres y significados ocultos en la oscuridad.
Uno de aquellos nombres siempre se me olvida, y es que para nombres siempre fui malo, pero algo que recuerdo bien, es que ese nombre aún suena a suerte de tambores en una parte de mis intestinos, una cosquilla gigantezca que solo crece cuando otro ser con un nombre que valdría la pena mencionar si estuviera aquí se acerca.
Creo que se llamaba amor.
La noche tiene nombres como amor, y significados que se ocultan (por supuesto) mejor que los nombres, en la oscuridad.

Ojos de Horizonte

Me han dicho que tienes ojos de horizonte, no les creí hasta que llegó la tarde, cuando caía la noche, mucho más rapido de lo que se levanta. Arriba el occidente!
Me han dicho que tienes algo de mar, tu sal y mala suerte, tu espuma que solo existe cuando terminas, tu aroma a lobos marinos y a delfines de infinitos, caray tu humedad y la de tus labios, caray que yo te amo.
Me han dicho que cantas en las playas, que eres sirena, que eres arena. Tal vez seas canción y mar, sirena, arena, mi reina, reina morena, bronceado de guerras de soles, y el sol es amor, amor es la luz y la luz el sol, todo uno, uno y trino, sangre y vino, tu mi religión de cánticos de playa.
Me han dicho que eres fuerte como las olas, fría como viento de invierno y mañanita, esperanzadora como cada nuevo día, horizonte en el ocaso y mi amor cada noche, luz cada día, belleza en tu imagen, auge de la retina, silence.

Buenas tardes, soy yo y llego cuando usted es usted y yo creo que lo es, porque sus ojos no me engañan, eres mar y he escuchado tu cántico en el ocaso antes de nadar en ti.
Soy yo y quiero decir que aunque yo no lo sepa, se que algo quiero y en algo la quiero. Beso.

Buenas noches, sé que algo he querido y en mucho la quiero, y desde este segundo la espero hasta que vuelva mañana al ocaso con sus ojitos de horizonte y con la promesa de que cantará la canción del atardecer.
Beso.
Silence.

(Y todo porque la vida se bifurca en bifurcaciones bifurcadas en divisiones divididas y asi sigue, créeme.)