A veces es fácil atormentarse recordando temporadas que pasé contigo, casi conmigo.
A tiempos lejanos busco loarte aún, nunca fue demasiado para ti, eras guapa, tal vez lo eres, pero no has estado a mis ojos desde tiempos inmemoriables que aún recuerdo. Fuimos dos perdidos de la noche, nadie nos quiso ver nunca porque faltábamos a la triste moral de los amantes. Nos besamos día y noche, nunca más de lo suficiente porque nunca fue suficiente para nosotros.
La luna, la cerveza y las sábanas rieron con nosotros, rompimos cristales, apelamos al tacto y terminamos mirando el reloj para darnos cuenta que el tiempo pasaba mas rápido de lo que avanzábamos nosotros, sería todo dejado para otro día que nunca llegó.
Fuimos pareja, que si bien no recuerdo que significa eso, sé que era de dos, y nosotros nos contábamos así, aunque siempre pensé que nos habiamos vuelto uno; uno nunca sabe si uno piensa que igual que su contraparte, y aunque fuiste mi parte no fuiste igual a uno como yo.
Fuimos pareja, buscamos lagunas que se van secando y dunas que van dejando arena regada en el viento, nuestros ojos se acostumbraron a la oscuridad y la oscuridad se acostumbró a nosotros, nos cubrió de mantos opacos y nos dejó pasar el tiempo más lento hasta el amanecer. Fuimos cómplices de lo que existe, y de lo que no.
Fuimos frágiles, y es por eso que es que se escriben mis cartas hacia una mujer como tú, qué mujer has sido!, porque rompimos. La fortaleza nunca fue nuestro fuerte, la destrucción siempre fue lo que buscaron los demás y lo que nosotros conseguimos, terminamos sin guerras sino con acuerdos de paz sin haber luchado, fuimos inconsecuentes e ingenuos para saber que tú y yo tendríamos que haber estado más juntos para entender que no podíamos separarnos. Fuimos frágiles, que fácil es atormentarse después.
Fuimos seducidos por tu sonrisa, yo fui el culpable de dejarme caer, y es que el suelo que tú pisabas resulta atractivo aún, estoy grave de esto que me apega a ti (y que me despega de ti), no sé si amor, no sé si querer, sé que es para ti que eres frágil, sé que hace facil atormentarse recordando temporadas que pasé contigo, casi conmigo.
Qué infortunio que cuando nos encontramos en situaciones perfectas para los besos, tú no eras tú y yo no fui yo, y desde ese entonces no lo he vuelto a ser. Qué infortunio que mis anhelos de tenerte no fueron los más oportunos y qué oportunidad de amar que estoy perdiendo. La tensión se va elevando y yo me sigo alejando, el tiempo va pasando y veo el reloj para darme cuenta que el tiempo pasa más rapido de lo que yo quiero. Rompo cristales. Apelo al tacto, solo para acariciar mi cabello y pensar que es el tuyo, miro de madrugada por la ventana las estrellas que no se ven en un invierno que está nublado, imagino que estas por encima de una nube esperando a que salte, y es que saltar de la ventana sería un suicidio, y volver a quererte también. Sin embargo aún no te puedo volver a querer porque te sigo queriendo y eso no ha cambiado ni un segundo, un problema que no es problema y, por tanto, no tiene solución.
A veces, es fácil atormentarse recordando temporadas que pasé contigo. Dímelo a mí! Pero qué sería del infortunio que compartimos si no compartimos también los recuerdos? Yo sé que piensas en mí, nunca tanto como yo en ti, pero si no te recuerdo tú tampoco, y si no te quiero tú tampoco. Y aunque tú me quieres y yo te quiero lo nuestro no es, no será, ni fue, porque cuando vimos el reloj tuvimos tiempo para defender lo que los demás atacaron, pero el enemigo fue más fuerte y nos unimos a ellos, y ni tú ni nadie puede cambiar una guerra que nunca fue nuestra pero como toda guerra, afecta a todos.
Fuimos pasado, ninguno está presente, y del futuro no sé decirte nada. Fuimos pasados por alto y por lo bajo fuimos pisoteados. Fuimos pasado, el reloj nos adelantó muchas horas y se hizo tarde para nosotros, quien diría que luego sería fácil atormentarse recordando andanzas contigo? Tú dijiste que olvidaría rapido, que rápido encontraría amores y burdeles. Es una suerte que siempre te equivocas, que tu percepción del mundo percibe mi querer como una mentira que nunca es seria, y es que tú nunca quisiste amor de mi parte, tampoco quisiste mi arte, no quisiste entender porque entenderme hubiera sido peligroso, y es que de peligros siempre vivimos y por evitarlo nos alejamos y por alejarnos ya no nos protegemos.
. . .y yo te abracé, besé las brasas de tus mejillas, tus ojos nunca miraron mis ojos, mis labios solo miraban tus ojos, tu cabello, muy amable, esperó el momento justo para despeinarse, yo esperé el momento justo para acariciarte y tú el momento justo para dejar que te besaran.
A veces es fácil atormentarse pensando si no debimos, tú lo piensas aún, yo ya no.
Quise encontrar seguridad a tu lado y dejé de arriesgarme, y aunque nada se consige sin riesgo, nada se pierde sin él. Fuimos tragedia, a mis ojos, nos entristecimos intentando ser felices, nos mudamos de situación y ahora estoy aquí, donde es fácil porque soy nadie. Tú aún estás allá, donde eres una princesa y te es fácil porque no te atormentas recordando temporadas que pasaste casi conmigo.
Fuimos perdidos de la noche, pero a ti ya te han encontrado. Yo soy un perdido de la noche, culpable de parte de tu destino, inocente de este tormento. Veo el reloj, suenan cinco campanadas mientras aullan los perros callejeros, se hace tarde (ni qué dudarlo), busco estar solo y aun si no fuera así sería difícil buscarte una copia, y es que eres la única manera que existe para mí aunque no exista forma de tenerte, y es que siempre me serás difícil y seguiré atormentándome recordando temporadas que pase contigo.
Y sera facil, para ti.
A tiempos lejanos busco loarte aún, nunca fue demasiado para ti, eras guapa, tal vez lo eres, pero no has estado a mis ojos desde tiempos inmemoriables que aún recuerdo. Fuimos dos perdidos de la noche, nadie nos quiso ver nunca porque faltábamos a la triste moral de los amantes. Nos besamos día y noche, nunca más de lo suficiente porque nunca fue suficiente para nosotros.
La luna, la cerveza y las sábanas rieron con nosotros, rompimos cristales, apelamos al tacto y terminamos mirando el reloj para darnos cuenta que el tiempo pasaba mas rápido de lo que avanzábamos nosotros, sería todo dejado para otro día que nunca llegó.
Fuimos pareja, que si bien no recuerdo que significa eso, sé que era de dos, y nosotros nos contábamos así, aunque siempre pensé que nos habiamos vuelto uno; uno nunca sabe si uno piensa que igual que su contraparte, y aunque fuiste mi parte no fuiste igual a uno como yo.
Fuimos pareja, buscamos lagunas que se van secando y dunas que van dejando arena regada en el viento, nuestros ojos se acostumbraron a la oscuridad y la oscuridad se acostumbró a nosotros, nos cubrió de mantos opacos y nos dejó pasar el tiempo más lento hasta el amanecer. Fuimos cómplices de lo que existe, y de lo que no.
Fuimos frágiles, y es por eso que es que se escriben mis cartas hacia una mujer como tú, qué mujer has sido!, porque rompimos. La fortaleza nunca fue nuestro fuerte, la destrucción siempre fue lo que buscaron los demás y lo que nosotros conseguimos, terminamos sin guerras sino con acuerdos de paz sin haber luchado, fuimos inconsecuentes e ingenuos para saber que tú y yo tendríamos que haber estado más juntos para entender que no podíamos separarnos. Fuimos frágiles, que fácil es atormentarse después.
Fuimos seducidos por tu sonrisa, yo fui el culpable de dejarme caer, y es que el suelo que tú pisabas resulta atractivo aún, estoy grave de esto que me apega a ti (y que me despega de ti), no sé si amor, no sé si querer, sé que es para ti que eres frágil, sé que hace facil atormentarse recordando temporadas que pasé contigo, casi conmigo.
Qué infortunio que cuando nos encontramos en situaciones perfectas para los besos, tú no eras tú y yo no fui yo, y desde ese entonces no lo he vuelto a ser. Qué infortunio que mis anhelos de tenerte no fueron los más oportunos y qué oportunidad de amar que estoy perdiendo. La tensión se va elevando y yo me sigo alejando, el tiempo va pasando y veo el reloj para darme cuenta que el tiempo pasa más rapido de lo que yo quiero. Rompo cristales. Apelo al tacto, solo para acariciar mi cabello y pensar que es el tuyo, miro de madrugada por la ventana las estrellas que no se ven en un invierno que está nublado, imagino que estas por encima de una nube esperando a que salte, y es que saltar de la ventana sería un suicidio, y volver a quererte también. Sin embargo aún no te puedo volver a querer porque te sigo queriendo y eso no ha cambiado ni un segundo, un problema que no es problema y, por tanto, no tiene solución.
A veces, es fácil atormentarse recordando temporadas que pasé contigo. Dímelo a mí! Pero qué sería del infortunio que compartimos si no compartimos también los recuerdos? Yo sé que piensas en mí, nunca tanto como yo en ti, pero si no te recuerdo tú tampoco, y si no te quiero tú tampoco. Y aunque tú me quieres y yo te quiero lo nuestro no es, no será, ni fue, porque cuando vimos el reloj tuvimos tiempo para defender lo que los demás atacaron, pero el enemigo fue más fuerte y nos unimos a ellos, y ni tú ni nadie puede cambiar una guerra que nunca fue nuestra pero como toda guerra, afecta a todos.
Fuimos pasado, ninguno está presente, y del futuro no sé decirte nada. Fuimos pasados por alto y por lo bajo fuimos pisoteados. Fuimos pasado, el reloj nos adelantó muchas horas y se hizo tarde para nosotros, quien diría que luego sería fácil atormentarse recordando andanzas contigo? Tú dijiste que olvidaría rapido, que rápido encontraría amores y burdeles. Es una suerte que siempre te equivocas, que tu percepción del mundo percibe mi querer como una mentira que nunca es seria, y es que tú nunca quisiste amor de mi parte, tampoco quisiste mi arte, no quisiste entender porque entenderme hubiera sido peligroso, y es que de peligros siempre vivimos y por evitarlo nos alejamos y por alejarnos ya no nos protegemos.
. . .y yo te abracé, besé las brasas de tus mejillas, tus ojos nunca miraron mis ojos, mis labios solo miraban tus ojos, tu cabello, muy amable, esperó el momento justo para despeinarse, yo esperé el momento justo para acariciarte y tú el momento justo para dejar que te besaran.
A veces es fácil atormentarse pensando si no debimos, tú lo piensas aún, yo ya no.
Quise encontrar seguridad a tu lado y dejé de arriesgarme, y aunque nada se consige sin riesgo, nada se pierde sin él. Fuimos tragedia, a mis ojos, nos entristecimos intentando ser felices, nos mudamos de situación y ahora estoy aquí, donde es fácil porque soy nadie. Tú aún estás allá, donde eres una princesa y te es fácil porque no te atormentas recordando temporadas que pasaste casi conmigo.
Fuimos perdidos de la noche, pero a ti ya te han encontrado. Yo soy un perdido de la noche, culpable de parte de tu destino, inocente de este tormento. Veo el reloj, suenan cinco campanadas mientras aullan los perros callejeros, se hace tarde (ni qué dudarlo), busco estar solo y aun si no fuera así sería difícil buscarte una copia, y es que eres la única manera que existe para mí aunque no exista forma de tenerte, y es que siempre me serás difícil y seguiré atormentándome recordando temporadas que pase contigo.
Y sera facil, para ti.
1 comentario:
Fuimos pasado, el reloj nos adelantó muchas horas...
(Resumir una historia en una frase)
Publicar un comentario