25/11/07

Tururu

Yo te hago daño.
Improperios que no puedo controlar escupo desde mi garganta para estrellártelas en la cara y en el aprecio que te quede para mí porque estoy rabioso de una mordida hacia la mano que te quiso acariciar.
Es la reacción natural, el instinto animal de defensa ante el estímulo ofensivo. Es de quien acostumbra a tener de ti cada día, y cada día te voy perdiendo más porque perdiéndote no tengo nada que perder. Es la reacción a la desesperanza de haberme sabido en tus labios y muy sabida tú arrancarme de la punta de tu lengua para siempre o para nunca jamás.
Es lo infructífero de haber compuesto mil y un melodías cuando tú cubrías tus oídos con cerilla, y es que todo sería música si mi mejor oyente me oyera.

Yo te hago daño.
Provoco el mojar de tus ojos poco misericordiosos y menos compasivo yo ni intento secarlos, revienta candela, golpea el trueno y yo me quedo quieto en silencio, me doy la vuelta y adiós.
Pido dos cafés, uno para mí y el otro para ti aunque no vayas a estar al frente mío ni ahora ni nunca más, no quisiera endulzarlo mas sí derramo lágrimas para quitarle el sabor amargo, a la noche.

Yo te hago daño y tú dijiste que sería así, qué miedo!. Yo intenté negarlo mil veces y es que enamorado me contuve de ofenderte y ahora quedado de Dios me reprimo el quererte, como si yo pudiera. Yo te hago daño y tu gritas que lo amas de verdad y yo empiezo a pensar que mi amor parece una mentira, tú gritas y yo escucho en silencio escondido entre las estepas, dejo a buen recaudo tu sentido, corro por detrás del biombo y me marcho entonando no sé si con tristeza I love you so but if he loves you more, go with him...
Camino más cuadras, pido dos cafés y me voy, estos son para ti y para él, y aunque estén ausentes yo invito.

Yo te hice daño y para no seguir haciéndolo me fui, me voy.
Tal vez por tu bien, tal vez por el mío, tal vez conciliador, tal vez para ser un traidor y aun tuyo me despertenezco; y trotamundos yo, ya no estoy ahí. Camino cuadra y media y pido un café, me mira la mesera y me pregunta, por qué no dos?, jodido ante la inoportuna intervención pido uno más y me pregunta, por qué dos? y yo le digo, porque estoy solo yo, y mi voz.

Yo te hice daño pero acepto y tendrás que aceptarlo también, que el daño era inherente a nosotros, y aunque no es la primera, tampoco será la última, y si de ti me alejo nunca te llegaré a sanar y aunque se truncó mucho por lo sano aún te tengo este aprecio enfermo y si mil veces te hago daño, dos mil habré besado tus heridas mientras no sean en tus labios, que los tengo prohibidos.

Camino dos cuadras y pido un café mientras mi voz sale a fumar un cigarrillo entonando I love you so... tu ru ru.

No hay comentarios: